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Santes Creus y Valls, monasterio y castellets

El conventol asombra por su arte cisterciense y emociona el paraje en que se halla, y en Valls nos esperan tra diciones y
1 alojamiento encontrado
Orden:
Aiguamurcia - Tarragona
9
Casa Entera

En población

Desde 33€*
(*) Precio por persona y noche calculado en base a la tarifa vigente en fin de semana y temporada baja.

Santes Creus y Valls, monasterio y castellets. El monasterio de Santes Creus forma parte del eje turístico-cultural de la ruta del Cister conjuntamente con los monasterios de Poblet (Conca de Barberà) y de Vallbona de les Monges (Urgell). El monasterio de Santes Creus (1150) se sitúa en un valle recoleto, cerca del río Gaià, en medio de un armonioso paraje. El magnífico conjunto arquitectónico (s. XII-XVIII) está rodeado de antiguas dependencias monásticas que con el paso del tiempo han formado el pueblo de Santes Creus. El monasterio presenta tres recintos, aunque las fortificaciones, también levantadas por Pedro lV (1376-1380), se limitan a los muros de la iglesia y parte del claustro, donde destacan el bello Portal Real (s. XVIII) y la gran plaza presidida por la fuente barroca dedicada a san Bernat Calbó. Dan a dicha plaza antiguas dependencias monásticas con fachadas bellamente esgrafiadas, hoy casas particulares, una de las cuales es el Palacio del Abad (1640), ahora sede del ayuntamiento. La iglesia (1174-1211) es de planta de cruz latina, con puerta románica y un gran ventanal gótico en la fachada de poniente y un magnífico rosetón en la cabecera. A destacar los mausoleos reales de Pedro III y de Jaime II y Blanca de Anjou, rodeados de esbeltos templetes góticos (s. XIV); el vaso de Pedro II, de pórfido, acaso sea de origen romano. Cuenta con un buen retablo barroco, un cimborio octogonal, torre renacentista y, al lado un gran claustro gótico del siglo XIV. Otros elementos interesantes son la sala capitular, el dormitorio con arcos diafragma, el claustro posterior (1625) o el Palacio Real, hecho construir por Pedro III (1276), convertido (1520) en palacio abacial. A levante del segundo claustro se halla la capilla románica de la Trinitat. En verano se celebran — en el antiguo refectorio— interesantes ciclos de conciertos. El monasterio forma parte del municipio de Aiguamúrcia, donde puede verse igualmente la ermita románica de Sant Miguel en el Pla de Manlleu, y también se puede uno acercar al despoblado de Selma que fue sede de una encomienda templaria y, después, hospitalaria sanjuanista, en donde quedan restos del castillo y de la iglesia gótica de San Cristobal. Igualmente puede subirse a ver las cercanas ruinas del castillo de L`Albà y el ábside de la iglesia de Santa María. Siguiendo el cauce del río Gaya con sus meandros. "No hay mar en l’Alt Camp, por eso el Gaià sirvió –ahora ya no hay distancias- de recreo, de zona de juegos y amores. Sus pozas y remansos, sus desniveles, sustituyeron a la mar azul. Alrededor de su curso, se acondicionaron rincones donde comer y beber. Un mundo mágico el de los ríos", comentan las escritoras hermanas Goig Soler. También nos dicen que, aguas abajo, el río parte en dos el municipio de Vila-rodona (que lo forma la propia villa, el mas d’en Bosc y parte de Vilardida, el resto pertenece a Montferri), un valle en el que, "Como todo l’Alt Camp, sus tierras están cubiertas de viñas, almendros, olivos y cereales". De su pasado romano queda el edificio restaurado del Columbario. También hay que ver su castillo del siglo XIII, el museo municipal y la parroquia. Desviándonos ahora en dirección a Valls, paramos en Montreal/Mont-ral que tiene una parroquial con elementos románicos (ábside y portada). Asimismo el colectivo Arco Iris edificó un templo de inspiración gaudiniana. En el barrio de Farena se encuentra la iglesia románica de Sant Andreu del siglo XII y restos de una fortificación del mismo siglo. En la Aixàviga hay una casa señorial de la época medieval. Claro que un aliciente turístico muy solicitado es que despierta las Montañas de Prades, muy cercanas, y que son destino turístico propio en nuestro portal. La siguiente localidad es Aliò cuya parroquia es barroco-neoclásica con buen campanario. Valls es la capital de Alt Camp y conserva un interesante núcleo histórico aunque lo que ha proporcionado mayor popularidad a la villa han sido seguramente los castells, torres humanas de gran belleza y dificultad y de cuya existencia en esta villa hay constancia desde finales del s. XVIII. Entre los edificios de interés de Valls destacan la capilla de El Roser, con azulejos del siglo XVII que conmemoran la batalla de Lepanto; la iglesia de Sant Joan, que data del siglo XVI y alberga la imagen de la Mare de Déu de la Candela, del siglo XIII; y la iglesia de El Lledó, construida en el siglo XIV. También Valls es el centro y origen del plato gastronómico popular de las calçotades, que del Alt Camp se han extendido a las comarcas vecinas, y que también han ampliado su calendario más allá de la tradicional segunda mitad del invierno.

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